Nuestro consejo es que se adquiera o se construya la jaula más grande posible. Hay que recordar que pasan la mayor parte del día encerradas, especialmente durante la noche que es cuando más activas están. Existen multitud de modelos excelentes en el mercado. Nuestra sugerencia es que tenga más altura que base y que disponga de estantes a varias alturas.
Aunque pueda parecer lo contrario, las chinchillas tienen bastante fuerza y una inteligencia bastante aguda a la hora de buscar la manera de escaparse de la jaula. Es importante observar si las puertas de la jaula tienen un cierre seguro. Si no lo tienen más vale poner algún tipo de mecanismo que las cierre perfectamente. Son muy útiles los candados pequeños o los mosquetones.
Cuando se fabrique uno mismo la jaula hay que tener la precaución de no utilizar ningún material tóxico. Si se utiliza madera hay que comprarla en bruto, sin ningún tipo de tratamiento anti-hongos o anti-termitas. Es preferible no pintar las rejillas o las mallas metálicas, ya que las chinchillas tienen la costumbre de roerlas. No hay pintura que se adhiera los suficientemente fuerte como para que no sean capaces de arrancarla. No deben emplearse pinturas anticorrosión (como el minio) ya que llevan plomo que es muy tóxico.
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